Douglas Fairbanks, 1924

Hay dos clases de Sevilla, la sota, caballo y rey, a saber Giralda, Alcázar y Plaza de España; y el resto que es donde está la auténtica.


Es difícil de imaginar como Douglas Fairbanks y su esposa Mary Pickford, a alguien se les paso por la cabeza meterlos en el Corral del Conde en la primavera de 1924.


Eran los absolutos reyes de Hollywood, las estrellas de las estrellas del firmamento cinematográfico, que incluso hoy no tendrían ni remotamente parangón con ningún de los matrimonios de actores de la actualidad.

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El matrimonio que junto con Charles Chaplin y D.W. Griffith, fundaron la United Artists. Fue el primer Zorro, el primer D’Artagnan, el primer Robín de los Bosques, el primer Ladrón de Bagdad y el primer Pirata del glorioso cine mudo. Hasta los desdichados niños que salen en la foto y que posiblemente no pisaron un cine en su vida, sabían quien era él y jugaban a ser sus personajes con espadas de madera y gorros de papel.


El propio Douglas Fairbanks quedó tan estupefacto de las condiciones de vida, que según las crónicas llegó a decir que allí las personas vivían como conejos, y no dudo en abrir la cartera y dar unas más que generosa donación de 200 pesetas, para juguetes de sus pequeños admiradores.


Fuente: Julio Domínguez Arjona